La iluminación es fundamental para cualquier trabajo, sin una buena fuente de luz, todo puede ralentizarse y, en el peor de los casos, impedir realizar adecuadamente las labores. Pero muchas veces no sirve una fuente de luz cualquiera. Para trabajos que necesiten unos niveles lumínicos determinados lo más adecuado es acudir a especialistas en alquiler de torres de iluminación.
Hay que tener en cuenta que hay infinidad de posibilidades. Las torres de iluminación son instrumentos muy eficaces, pero es necesario saber elegir bien qué es lo que se necesita, y no solo por potencia, también por movilidad y altura.
Básicamente, las torres de iluminación se componen de un grupo electrógeno que les proporciona energía (generalmente usando como combustible gasoil), un mástil (que puede ser telescópico o articulado y que se puede abatir de manera manual o mediante mecanismos hidráulicos) y las lámparas que se montan en ese mástil (de número variable). Para conseguir mayor estabilidad, estos equipos pueden llevar también unos soportes adicionales.
Esta es la base de las torres de iluminación, pero luego las hay de soporte estrecho o ancho, con mástiles de diferente altura y con grupos de lámparas de diferentes elementos. En cuanto a su potencia, puede ser también muy variable, de 100W hasta superar los 2000W. De ahí la importancia de saber elegir el equipo antes de alquilarlo.
¿Para qué se pueden utilizar este tipo de torres? Sus usos son múltiples, desde apoyo en la realización de obras en exteriores hasta trabajos en almacenes, excavaciones o cualquier tipo de labor que se deba realizar durante la noche, como son las obras en infraestructuras.
Y no solo por su uso, también por su facilidad de transporte y manejo, las torres de iluminación se han convertido en herramientas imprescindibles en muchos trabajos.