Destacar que el concurso de acreedores es un procedimiento para resolver una situación de insolvencia de una empresa con problemas de liquidez, problemas actuales o bien problemas inminentes. Existen dos tipos o dos clases de concursos de acreedores a los que una empresa o negocio se puede ver sometido.
El concurso de acreedores voluntario es aquel que se lleva a cabo cuando la primera persona que lo solicita es el propio deudor o empresario de la empresa con problemas. En este caso, es importante que el empresario justifique el motivo de esta decisión. En este tipo de concurso de acreedores es importante realizar previamente una declaración anticipada si el deudor prevé que se trata de una situación inmediata. Es decir, que solamente existirá concurso de acreedores voluntario si no es solicitado como consecuencia de un concurso necesario.
El concurso de acreedores necesario es el segundo de los supuestos a tener en cuenta. En esta ocasión son los acreedores quienes deberán contar con algunos de los hechos que aparecen en el artículo 2.4 para poder solicitarlo. En el caso de los concursos de acreedores necesario es importante señalar que la situación de insolvencia es actual, y no inminente. Es en esta ocasión, en el concurso de acreedores necesario, cuando uno de los acreedores solicita que se lleve a cabo dicho proceso, es decir, que en esta ocasión no es el deudor quien solicita el concurso de acreedores.
Señalar que el concurso de acreedores es una buena vía para conseguir resolver las aquellos situaciones de insolvencia por parte de las empresas. Ahora las suspensiones de pago y las antiguas quiebras de los negocios han sido sustituidas por este procedimiento, por el concurso de acreedores. Si tu empresa debe someterse a este procedimiento, no dudes en contar con la ayuda y asesoramiento de profesionales en ofrecer servicios en concurso de acreedores.